Viover: “Actos de mujeres libres para mujeres libertarias”



Viover toca cuatro y dice que su segundo álbum fusionará rock con ritmos afrovenezolanos y joropo. Con Los Piraos empezaron a aparecer en la pantalla venezolana con el tema “Respira”. Pero Viover maduró al veloz ritmo de Caracas. Hace poco la vi cantando en La Patana, me cautivó su versión de “¿Qué te pedí?” de La Lupe. Es, de los nuevos talentos, el más sincero y auténtico. Viover es más fuerte de lo que parece, quiere ser madre de dos. La veo realizada, es una poeta salvaje y honesta.

Del Metro al circo, a las plazas, a teatros, a la Ríos Reyna, al Bolívar Hall, a Brasil y más allá. “Toda la vida me gustó cantar y bailar, en la barriga de mi mamá escuchaba rock, porque mi papá era baterista, algunos de mis tíos son músicos también, pero sólo los hombres…” dice la joven nacida en 1.990.

“En la escuela empecé a participar en festivales de canto, yo estudié en un internado de salesianos llamado Instituto Casa Taller ‘Luisa Cáceres de Arismendi’ y luego estudié bachillerato en Barlovento”, allí participó en varias ediciones de la Voz Liceista y ganó en un par de oportunidades.

“Lo más importante era expresarme” dice “era la rocola del liceo, mis compañeros me pedían que les cantara tal canción, me iba a la esquina a cantar y la gente se salía de clases para escuchar. Desde siempre fui elocuente… Aunque siento un poco de pena y miedo antes de los conciertos”.

Grabando

La primera vez que grabó fue en 2.009, Viover y Los Piraos ganaron el concurso Gran Explosión Cultural Bicentenaria y lograron plasmar tres temas que serían la semilla de lo que germinaría posteriormente con apoyo del Cendis, en el disco “Experiencias anónimas”.

Rechaza las etiquetas: “No me gusta etiquetarlo”, tal vez influyó la producción de Armando Flores, pero “la producción musical fue de Alfredo Pino” dice. Los temas “Reacciona” y “Perdida” son blues; “Mi vibra fluye” y “Atracción magnética” tienen reggae y ska; “Anónima” lleva rock y ska.

Viover resalta: “En ‘El Portal’ hay rockabilly, me parece que es un disco variado” en cuanto a géneros, responde. El video del sencillo “Conciencia espiritual” se hizo en la 9na. Convención de Circo en La Sabana y lo dirigió Ionee Waterhouse.

“La fusión es normal porque nosotros somos mestizos” sin embargo, “si me dicen para hacer un blues con reguetón no me gustaría, creo en los géneros que tienen historia, estamos buscando mandar el mensaje acertado. A mí me gusta el pajarillo; yo toco música venezolana porque soy venezolana”.

“Mi papá me dio el rock, mi mamá oía pop, cuando estaba chiquita me gustaba mucho escuchar a las grandes vocalistas como Whitney Houston, Christina Aguilera, Mariah Carey, Nina Hagen y Shakira, yo trataba de cantar como ellas y podía llegar a algunas notas”.

“También me gustan los boleros, danzones y sones, la música cubana, la Billo’s, a mi abuelo le gustaba mucho el jazz; mi abuela usaba pelucas, en su cuarto yo me disfrazaba de Celia Cruz… Vengo de una familia en la que hay mucho amor por la música, hice modelaje y otras cosas, pero no estudié música”.

Metro y circo

Viover cuenta que se acercó “a la escuela José Ángel Lamas y me pareció un aprendizaje excelente, por los alumnos y los profesores, pero también me pareció un proceso muy lento, por eso entré a estudiar circo. He metido papeles en Unearte para estudiar música varias veces”.

“Tengo para hacer dos discos más pero me cuesta componer, necesito saber cómo exteriorizar, tengo miedo que mis canciones se parezcan entre sí, trato de fortalecerme más en la composición” afirma.

Cuenta que hace unos diez años “un día estaba en el bulevard (de Sabana Grande) y no tenía plata, había una pareja y yo les ofrecí una canción a cambio de plata, ellos me pagaron 60 bolívares…” Esto la llevó al Metro: “Empezamos a ver más gente que cantaba en el metro, y nos encontrábamos todos los días en Caño Amarillo” recuerda.

“Formamos la Cooperativa Cultural Urbana de Caracas, gracias a la dirección de Cultura del Metro, quienes nos ayudaron a agruparnos y organizarnos. De ahí también salieron otros grupos como Poesía, Canela y Miel, y Baruk”, dice.

“Lo mejor de cantar en el metro es el contacto con la gente, todavía canto en el metro, a veces lo hago porque lo disfruto, trato de cantar temas venezolanos, creo que la gente necesita escuchar esa música”, pero reconoce que cantar en el metro era agotador “al final del día no tenía voz”.

Verde azul violeta

“El nombre Viover salió de un grupo de recreadores en el que trabajé, cada uno tenía un sobrenombre y yo les decía todos los días que me pusieran uno, entonces inventamos con las palabras verde y violeta, por mis colores favoritos, lo que resultó en Viover”.

Dice que el tema musical en el que colabora, como musa y cantante, con el cantautor caraqueño, Bolívar Caribano, “Verde azul violeta” se produjo hace tres años, al respecto Viover dice que fue “un regalo de sus amigos” luego de afrontar algunos problemas personales.

“A Bolívar lo conocí en ‘Festejo y Sacrificio’ un homenaje a Edmundo Aray, Luis Camilo Guevara y Luis Alberto Crespo, en Casa Amarilla y en el Teatro Principal, con Wahari, G4RC14, Dieter Negrín y Armando Flores, una familia”. Luego, Viover, Wahari y Bolívar hicieron el tema “Creer para crear”.

Londres: Voices of the revolution

El Festival Voices of the revolution junta en Londres a mujeres como Errollyn Wallen (directora musical) de Belice; Lei Di Dai, cantante y reina del Dance Hall de Brasil; Awa, rapera africana; Wiyaala, cantante de Ghana; Kiki, percusionista de Rwanda; Pamela Ospina, baterista colombiana; Afrodeutsche, artista de Ghana; Kokoroko, artista africana también; Cary Rosa, cellista cubana; Sohini Alam, cantante de Bangladesh; Yandass Ndlovu, artista de Zimbabwe; Shama Rahman, toca el sitar y es de Bangladesh; Poetic Pilgrimage, de Bristol; y Youssra El-Hawary, acordeonista y cantante egipcia.

A Viover la describieron como “juventud, sonidos urbanos, espontaneidad, energía positiva y letras irreverentes. Toca cuatro en sus canciones, compone música con instrumentos venezolanos tradicionales”. El 24 de agosto de 2016 estuvieron en Ronnie Scott’s Jazz Club, el 26 y 27 en el Shambala Festival; el 31 en POP Brixton; el 2 y 3 de septiembre estuvieron en el Festival No. 6; y el 4 de septiembre estuvieron en el Hull Freedom Festival.

“Éramos muy diferentes pero nos hicimos hermanas, a pesar del idioma logramos entendernos” dice. “Lei Di Day es tremenda cantante de dancehall… Nos quedamos en un apartamento del Bolívar Hall, gracias a la Embajada de Venezuela en Londres. Hasta grabé un tema con Sohini… También grabé ‘Misterio’ con Edwin Arellano, todavía está en producción, faltan algunos instrumentos aún”.

Suena Caracas

La noche antes de su presentación en el Suena Caracas Viover se mojó con lluvia: “Mi mayor miedo era quedarme sin voz en esa tarima, hubiese sido un bochorno, me monté porque quería divertirme, no por la plata, era más por la experiencia”, aclara.

Pero todo salió bien gracias a personas clave como “Fire”, Daniel Vallejos: “A pesar de las peleas siempre ha estado allí”; también “el bajista Rubén Bellorín, que está en Brasil ahorita. Javier Villarroel, bajista, pero ahora está en Puerto Ordaz. Armando Flores tocó la batería un año y Joel Rojas”.

Le gustaría grabar con Betzaida Machado, también “con Maigualida, aquella cantante que imitaba a Janis Joplin… y también con Los Tercios, que es uno de mis grupos favoritos. Hace poco hice algo con Jey da Polemic, y me encantaría cantar con Serenata Guayanesa” dice que “la primera vez que canté en la vida fue en el Club de Suboficiales de Las Mayas y fue ‘La pulga y el piojo’”.

En noviembre del 2016 se presentó en la gala Urbana de la Feria Internacional de la Música (Fimven) en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, se montó en una lira, no en vano estudió tres años de circo: “no me especialicé en una cosa, la música es lo mío, pero me gusta la onda del circo”.

El 5 de febrero de este año fue la presentación más reciente de la obra “Éxodo, voces al compañero… Un homenaje circense a César Rengifo”, en la que Viover canta, y que ganó Mejor Obra Académica del Premio Municipal de Teatro.

Feminista

Además de su melena de rulos verde azul violeta, Viover luce tres tatuajes muy vistosos: en las piernas, uno de una mujer en un velocípedo; otro de una mujer sobre una pelota, acto que realizaba en la obra circense “Los delirios de Pandora”; y un tercero, en el brazo, de una mujer indígena con dos bebés, diseño que encontró en el Festival de Jazz de Tepequém, donde se presentará pronto, de nuevo.

Viover milita en la Brigada Feminista Latinomericana El Aguacate, círculo femenino en el que “intercambiamos historias, lo que no se transmite por ahí, nosotros lo hacemos de manera ritual para retroalimentarnos, ahora hicimos un mural en plaza Capuccinos, yo tengo que ir a pintar una negrita”.

“Queremos ir a las cárceles y hacer actos de mujeres libres para mujeres libertarias, con danza, teatro, canto, pintura, y que todas puedan mostrar sus creaciones” dice. “Cuando yo tenía 18 años nos metimos en la cárcel con los recreadores, pintábamos las caritas de los hijos de los presos”.

Abril 2017. Mic.-

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